Cradle to Cradle® para un impacto positivo en la salud y el medio ambiente – por Éric Allodi

Hoy construimos edificios desechables que representan, en Francia, el 70% de nuestros residuos(fuente ADEME), consumen el 35% de nuestras materias primas y producen el 33% de nuestras emisiones de carbono (de las cuales el 7% proceden de los procesos de fabricación). Aunque el 75% de los componentes de un edificio (en el sector terciario) se sustituyen durante su vida útil, y algunos varias veces.

Fig. 1. El ciclo de sustitución de los recursos de construcción (fuente Stewart Brant)

 

Diseñar un edificio circular para reducir el impacto negativo de los edificios desechables

Con un patrimonio en Francia de unos mil millones demetros cuadrados, las cifras anteriores recuerdan lo derrochador y destructivo que puede ser este sector, tanto desde el punto de vista ecológico como económico. Y eso sin hablar de nuestra salud, ya que la calidad del aire interior de un edificio no ecodiseñado suele ser entre 7 y 8 veces peor que la del aire exterior(fuente OQAI).

Esto plantea la cuestión de la intencionalidad. ¿Somos tan imprudentes o codiciosos como para descuidar la preservación de la salud y del planeta?

Muchos expertos creen que es una mezcla de cinismo (“tengo objetivos que cumplir y mis clientes no me piden nada”) e inercia (“así se ha hecho siempre y de todas formas no tengo tiempo”), pero sobre todo es falta de conocimientos e información.

Si bien es cierto que el tema es complejo y reciente, ya existen muchas soluciones.

 

Cradle to Cradle® y huella positiva

De la cuna a la cunaEmpecemos con Cradle to Cradle®, la norma internacional de economía circular para productos. Data de los años 90 y se basa en una filosofía biomimética (inspirada en la naturaleza) de ecodiseño y gestión de recursos, según la cual la noción de residuo no existe. Los productos están ecodiseñados para ser saludables e incorporan ciclos de regeneración biológica o técnica al final de su uso. En la actualidad, decenas de miles de productos están certificados conforme a esta norma, y decenas de edificios inspirados en Cradle to Cradle figuran en la lista.

El núcleo de esta filosofía es diseñar productos y edificios que dejen una huella positiva en el aire, el agua, los recursos, la biodiversidad, las personas y el territorio.

Se trata, pues, de la intención de crear objetos que tengan efectos positivos en la salud y el medio ambiente. Con Cradle to Cradle®, los edificios se diseñan como árboles y las ciudades como bosques.

 

Para ampliar su lectura: Neutralidad del carbono, ¿por qué son esenciales los datos?”

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