La certificación Cradle to Cradle® (C2C) es una norma de diseño ecológico elaborada por el Instituto de Innovación de Productos Cradle to Cradle cuyo objetivo es animar a las empresas a diseñar productos sostenibles que puedan reutilizarse o reciclarse sin comprometer la salud humana ni el medio ambiente. Esta norma es cada vez más popular entre las empresas que quieren mejorar su huella ambiental. En este artículo veremos qué es la certificación Cradle to Cradle®, cómo funciona y qué ventajas ofrece.
¿Qué es la certificación Cradle to Cradle®?
La certificación Cradle to Cradle® es un enfoque de la sostenibilidad que se centra en crear productos que puedan reutilizarse o reciclarse sin comprometer la salud humana ni el medio ambiente. Es importante señalar que ofrece distintos niveles de certificación para las empresas que deseen comprometerse con la sostenibilidad:
- Bronce
- De plata,
- Oro
- Plato giratorio
Las empresas pueden elegir el nivel de certificación que mejor se adapte a sus objetivos de sostenibilidad y a su presupuesto.
¿Por qué se llama Cradle to Cradle®?
La certificación Cradle to Cradle® toma su nombre de la idea de que los materiales utilizados en la fabricación de un producto deben considerarse un recurso valioso y reutilizarse o reciclarse en un ciclo continuo, del mismo modo que la naturaleza recicla sus materiales. El concepto Cradle to Cradle® se basa, por tanto, en el principio de que los residuos de un producto pueden utilizarse como materia prima para la fabricación de otro.
¿Cuáles son los 5 criterios de Cradle to Cradle®?
Los cinco criterios de la certificación Cradle to Cradle® son
- No toxicidad: los materiales utilizados para fabricar el producto no deben contener sustancias tóxicas o peligrosas para el medio ambiente o la salud humana.
- Circularidad: el producto debe diseñarse para que pueda desmontarse fácilmente y reciclarse o reutilizarse al final de su vida útil.
- Utilización de energías renovables: el producto debe fabricarse utilizando energías renovables en la medida de lo posible.
- Respeto del agua: el uso del agua debe reducirse al mínimo y la calidad del agua vertida debe cumplir las normas medioambientales.
- Cumplimiento social: las empresas deben respetar los derechos humanos, las normas sociales y unas condiciones laborales justas en toda la cadena de suministro.
¿Cuáles son las ventajas de Cradle to Cradle®?
Los beneficios de la certificación Cradle to Cradle® son numerosos. Los productos con certificación C2C garantizan a los consumidores que los productos que compran son sostenibles y respetuosos con el medio ambiente. Las empresas que consiguen la certificación también pueden beneficiarse de una mejor imagen de marca, un aumento de las ventas y una reducción de los costes relacionados con la gestión de residuos y el consumo de energía.
¿Cómo convertirse en Cradle to Cradle®?
Para conseguir la certificación Cradle to Cradle®, las empresas deben someterse a un riguroso proceso de certificación que implica una evaluación exhaustiva de sus productos y procesos de fabricación. Deben acudir a un evaluador externo autorizado para llevar a cabo esta evaluación.
Si el producto cumple los criterios de certificación, puede recibir la certificación C2C, válida durante 3 años (para garantizar que sus productos siguen cumpliendo las normas).
¿Qué son los dos ciclos Cradle to Cradle®?
El concepto Cradle to Cradle® se basa en dos ciclos: el ciclo biológico y el ciclo técnico. El ciclo biológico implica la reutilización de materiales orgánicos, como los restos de comida y de jardín, convirtiéndolos en nutrientes para el suelo. El ciclo técnico implica la reutilización de materiales no orgánicos, como metales y plásticos, en la fabricación de nuevos productos.
¿Cuáles son las diferencias entre V3 y V4 en la certificación Cradle to Cradle®?
La versión 4 de la certificación Cradle to Cradle®, publicada en 2018, es más exigente que la versión 3 en cuanto a la no toxicidad y circularidad de los materiales y la gestión del agua. La versión 4 también incluye nuevos criterios, como la gestión de las emisiones de gases de efecto invernadero y la sostenibilidad social. Las empresas que deseen obtener la certificación C2C deben cumplir ahora los criterios de la versión 4.
¿Cuánto cuesta la certificación Cradle to Cradle®?
El coste de la certificación Cradle to Cradle depende del tamaño y la complejidad del producto a certificar. Las empresas tienen que pagar una tasa de evaluación, que puede oscilar entre unos pocos miles y decenas de miles de euros, así como una tasa anual de certificación. Estos costes pueden considerarse una inversión en la sostenibilidad de la empresa y en la mejora de la imagen de marca.
¿Qué empresas utilizan el concepto «de la cuna a la cuna»?
Decenas de miles de productos ya están certificados, ya que muchas empresas han adoptado la certificación Cradle to Cradle para sus productos, entre ellas Adidas, Herman Miller, Method, Shaw Industries, Steelcase, etc. Empresas de todos los tamaños pueden beneficiarse de la certificación C2C y cada vez son más las empresas de todo el mundo que empiezan a integrar esta norma en su estrategia de sostenibilidad.
¿Cómo puede aplicarse Cradle to Cradle® al diseño de edificios circulares?
El diseño de edificios circulares según los principios Cradle to Cradle® (C2C) requiere una combinación de dos enfoques complementarios: la selección de materiales y el diseño del edificio. El primer enfoque consiste en seleccionar materiales de construcción evaluados según los criterios de la certificación C2C, como la no toxicidad de los materiales, la reutilización y el reciclado al final de su vida útil y el uso de energías renovables. Al optar por materiales con certificación C2C, las empresas se aseguran de que el edificio se construye con materiales respetuosos con el medio ambiente y que pueden reutilizarse o reciclarse al final de su vida útil.
El segundo enfoque consiste en diseñar el edificio de forma circular utilizando el punto de referencia del edificio inspirado en el C2C. Este planteamiento evalúa los edificios según criterios C2C, pero no sólo en función de los materiales utilizados. También evalúa si el edificio ha sido ecodiseñado, las funciones materiales con impacto positivo (por ejemplo, purificación del aire o del agua, principio de construcción «banco de materiales «, productos C2C) y las funciones inmateriales con impacto positivo (por ejemplo, estética, luminosidad, gestión de biorresiduos) del edificio. Los edificios que cumplen estos criterios pueden inscribirse en un registro de edificios inspirado en el C2C, que garantiza que el edificio está diseñado para ser sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
Aplicando estos dos enfoques, las empresas pueden crear edificios circulares, respetuosos con el medio ambiente y económicamente viables.