La RAP en el sector de la construcción, o Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) para productos y materiales de construcción, es un sistema creado para mejorar la gestión de los residuos de la construcción. El sector produce 42 millones de toneladas de residuos al año, una cifra que ha llevado a las autoridades públicas a tomar cartas en el asunto.
¿Cómo funciona la construcción de EPR?
La RPE en el sector de la construcción exige a los fabricantes, distribuidores e importadores de productos que se responsabilicen del final de la vida útil de sus productos. Para ello, deben adherirse a una o varias organizaciones ecológicas autorizadas por el gobierno, que se encargan de gestionar los productos al final de su vida útil. Entre estas organizaciones ecológicas figuran ECOMAISON, ECOMINERO, VALDELIA y VALOBAT.
La función de estas organizaciones es recoger y reciclar los residuos de los productos comercializados por fabricantes, distribuidores e importadores. Se financian mediante una ecocontribución cuyo importe depende de la naturaleza y el peso de los materiales.
Fecha de puesta en marcha de la EPR del edificio
La EPR para edificios se introdujo el 1 de mayo de 2023. Desde esa fecha, todos los fabricantes, distribuidores e importadores de productos y materiales de construcción deben cumplir las obligaciones de la RPE. Esto incluye afiliarse a una organización ecológica autorizada, pagar la ecocontribución e indicar esta contribución en las facturas. Esto supuso un importante paso adelante en la gestión de los residuos de la construcción en Francia, al hacer más responsables a los agentes del sector.
¿Cuáles son las obligaciones de los implicados?
Los fabricantes, distribuidores e importadores tienen una serie de obligaciones en virtud del sistema de RPE para el sector de la construcción. Deben :
- Afíliate a una organización ecológica y paga la ecocontribución.
- Indicar el importe y los detalles de la ecocontribución en las facturas.
- Transmitir la ecocontribución en las facturas a los clientes profesionales directos.
¿Qué materiales cubre el REP para la construcción?
La RPE de la construcción abarca una amplia gama de materiales de construcción. Se trata de ladrillos, hormigón, tejas y cerámica, vidrio, tierra y piedra procedentes de yacimientos no contaminados. Estos materiales, conocidos como residuos inertes, representan alrededor del 75% de los residuos del sector de la construcción.
La EPR para la construcción también se aplica a los residuos no peligrosos, como madera, plástico y metales, que constituyen casi una cuarta parte de los residuos de la construcción. Por último, una pequeña parte de los residuos, en torno al 2%, son residuos peligrosos, como amianto, tierra de excavación contaminada, disolventes, etc.
Cabe señalar que la RPE en el sector de la construcción fomenta la reutilización y el reciclado de los materiales resultantes de la deconstrucción. De hecho, alrededor del 50% de los residuos inertes se reciclan o reutilizan directamente una vez que salen de la planta. Una parte se recicla como material de construcción para obras públicas (relleno, bases de carreteras, etc.) o se recupera en el marco de la reconversión de canteras. En concreto, el hormigón de demolición se recicla en forma de áridos.
¿Cómo se calcula el importe del EPR de los edificios?
El importe del REP del edificio se determina en función de varios criterios. Tiene en cuenta el tipo de materiales utilizados, su peso y su potencial de reciclado. Sin embargo, la cantidad exacta del EPR del edificio puede variar y no está fácilmente disponible para el público. La información precisa sobre el importe de la RPE de los edificios suele obrar en poder de las organizaciones ecológicas encargadas de gestionar estas contribuciones. Para obtener información más detallada, le recomendamos que se ponga en contacto directamente con estas organizaciones ecologistas o consulte a un experto en derecho medioambiental.
¿Hay alguna salida a la EPR?
No es posible renunciar a la EPR en el caso de los edificios. Todos los fabricantes, distribuidores e importadores de productos y materiales de construcción deben cumplir las obligaciones de RPE. Esto incluye afiliarse a una organización ecológica autorizada, pagar la ecocontribución e indicar esta contribución en las facturas.
¿Cuáles son las sanciones por incumplimiento de la EPR?
Pueden aplicarse sanciones en caso de incumplimiento de las obligaciones de RPE en el sector de la construcción. Los fabricantes, distribuidores e importadores que incumplan sus obligaciones pueden ser objeto de multas administrativas de hasta 30.000 euros. El incumplimiento de estas obligaciones también puede acarrear sanciones penales, sobre todo en caso de declaración falsa.
¿Quién debe pagar la EPR?
Los fabricantes, distribuidores e importadores de productos y materiales de construcción son responsables de la RPE. Deben pagar una ecocontribución a una organización ecológica autorizada. Esta contribución se utiliza después para financiar la recogida y el reciclado de los residuos de estos productos. Pero están obligados a facturarlo al cliente, por lo que es el cliente final quien paga el EPR.
¿A quién afecta la EPR?
La RPE en el sector de la construcción afecta a todos los agentes de la cadena de producción y distribución de productos y materiales de construcción. Esto incluye a fabricantes, distribuidores e importadores. Estos agentes son responsables del final de la vida útil de los productos que comercializan.
Los límites de la construcción de EPR
La RAP en el sector de la construcción, aunque esencial para la gestión de los residuos de la construcción, tiene sus limitaciones.
En primer lugar, se basa en una visión tradicional de los residuos como algo que hay que eliminar. Este planteamiento no aborda el problema en su origen, es decir, la producción excesiva de residuos.
La RPE en el sector de la construcción no cuestiona el modelo lineal de producción y consumo (extraer, producir, consumir, tirar) responsable de la producción masiva de residuos. Se centra en la gestión de los residuos una vez producidos, sin tratar de reducir su producción en fases anteriores.
Además, la EPR para el sector de la construcción no distingue entre productores en función de su compromiso con el medio ambiente. Esto significa que incluso los productores que adoptan prácticas virtuosas, como fabricar productos diseñados según los principios de la Certificado Cradle to Cradle (C2C), por ejemplo, no están exentos de la EPR para edificios, mientras que la versión 4 de esta certificación exige a los productores que establezcan un sistema de recogida para el upcycling o compostaje de los productos certificados.
Pensar en recursos y no en residuos
Estas limitaciones subrayan la importancia de replantearnos nuestro enfoque de la gestión de residuos. La economía circular, cuyo objetivo es minimizar la producción de residuos y maximizar la reutilización y el reciclado de materiales, ofrece una alternativa virtuosa.
Se basa en el paradigma de los recursos, que considera los residuos no como desechos que hay que eliminar, sino como recursos usados que hay que recuperar. Esto es exactamente lo que myUpcyclea le permite hacer, gracias a una serie de herramientas especialmente diseñadas para gestionar sus activos en la economía circular.
En resumen, aunque la EPR en la construcción desempeña un papel crucial en la gestión de los residuos de la construcción, no debe considerarse la única solución. Este enfoque debe complementarse con estrategias para reducir la producción de residuos en origen y promover la economía circular.
